24 DE MARZO
A 33 AÑOS DE LA INSTALACIÓN DEL TERRORISMO DE ESTADO EN LA ARGENTINA.
LOS DERECHOS HUMANOS AYER Y HOY
El próximo año 2010 se cumplirá el Bicentenario de la Revolución de Mayo y el país debe hacer un balance del caminar en el tiempo y el país que tenemos. Es necesario analizar y comprender sus luces y sombras. ¿Cómo fue y es hoy la defensa de los derechos humanos en nuestra historia y muy en particular durante el terrorismo de Estado que reinara de 1976 a 1983, que en los 33 años transcurridos de ese genocidio, marca gran parte de la vida del pueblo argentino aun en el presente. Es necesario hacer memoria y trabajar para alcanzar la Verdad y Justicia y reclamar a las autoridades políticas y jurídicas el juicio y castigo a los responsables de crímenes de lesa humanidad.
Y si bien se han dado pasos importantes como la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y se iniciaron algunos juicios a los represores, falta un largo camino a recorrer para superar la impunidad jurídica; ya que se producen demoras injustificadas en los juicios, al mismo tiempo que se produce la dispersión de las causas, que no solo demoran el juicio y el castigo, sino que dificultan la visualización de lo que realmente ocurrió: un genocidio al servicio de un modelo de país injusto que aún hoy sufrimos.
Reclamamos al Poder Ejecutivo, al Parlamento y al Poder Judicial, la voluntad política para agilizar los juicios y la necesidad de la unificación de causas por región. Es un imperativo que reclamamos ayer y hoy a los poderes del Estado.
Las consecuencias del terrorismo de Estado continúan hoy y condicionan la vida del pueblo haciendo sentir a gran parte de la población que la situación actual, con desocupación, marginación, violencia urbana y todas las injusticias que se sufren son una continuidad de esa violación de los derechos fundamentales. Nos vemos convocados a alertar sobre el cambio de tendencia que se vive en todo el mundo: el capitalismo mundial, globalizado y financiarizado, mafioso y super concentrado, ha comenzado una crisis integral, inédita, cuyas consecuencias se pretende que la paguen los pobres del mundo, incluidos los trabajadores y sectores populares de la Argentina. Las medidas económicas que en estos años facilitaron la recuperación macroeconómica, manteniendo la matriz distributiva regresiva e injusta, no tienen futuro. La crisis exige medidas contundentes de integración latinoamericana, con autonomía del imperialismo y de los grupos económicos y enérgicas medidas de distribución de la riqueza: aumento de salario, jubilaciones, pensiones y subsidios; generación de empleo, reforma impositiva progresiva; recuperación de todo lo que nos quitaron en los años duros del terrorismo de estado y el neoliberalismo.
Esto es lo que vemos:
· El gobierno se niega sistemáticamente a investigar y realizar una Auditoria sobre la DEUDA EXTERNA para determinar la deuda legítima de la ilegítima; deuda que se paga con el hambre del pueblo.
· El hambre es un crimen, como lo señala el Movimiento de Los Chicos del Pueblo, ya que más de 25 niños se mueren de hambre por día en el país. (Inf. UNICEF).
· Existe un aumento de la mortalidad por desnutrición y enfermedades evitables de comunidades indígenas, que sufren la destrucción de los bosques naturales, dañando a la biodiversidad. Esto es provocado por los desmontes que perpetran empresas sojeras y papeleras, como así también el uso indiscriminado de agroquímicos, que generan enfermedades y daños irreversibles a la población.
· La industria de la gran minería provoca la destrucción del medio ambiente, de los cultivos y bosques, del mismo modo que usa el agua de manera indiscriminada, y además la contamina con cianuro y mercurio.
· Un país que no tiene control sobre sus recursos naturales y bienes, es un país sin soberanía. La Argentina perdió su soberanía y el gobierno nacional, como los gobiernos provinciales, continúan vendiendo el territorio nacional a empresas extranjeras, expulsando a las comunidades indígenas y campesinos de sus tierras, violando de esa forma los derechos humanos de las personas y los pueblos.
Proponemos que:
· Se establezcan políticas de protección de los derechos de los niños, dándoles una esperanza real para la vida. rechazamos la penalización y baja de edad de imputabilidad, ya que significa la criminalización y masacre de la niñez pobre de nuestro pueblo.
· Se recuperen urgentemente los bienes del pueblo y los recursos estratégicos, actualmente en manos de empresas transnacionales. Esos bienes hacen al desarrollo del país, ya que permiten la redistribución de las riquezas y se podría superar el hambre, el desempleo y generar fuentes de trabajo.
· Se re-nacionalicen el petróleo, el gas, los ferrocarriles y que se protejan los recursos naturales, que hoy son saqueados por la vorágine mercantilista de los grandes intereses económicos, dejando sólo pobreza, hambre y marginalidad.
· Es necesario sancionar en forma perentoria la nueva ley de Radiodifusión, ya que es inconcebible que continúe la ley de la dictadura militar y no se establezca una norma que garantice la libertad de prensa: hoy seriamente debilitada y amordazada por las grandes corporaciones que concentran los medios de comunicación y de los cuales el gobierno es cómplice.
Los derechos humanos deben ser integrales en la construcción democrática, el ayer y el hoy son instancias que deben fortalecer la resistencia y los valores del pueblo y la forma de alcanzar esos objetivos es: decir y luchar para:
· GENERAR UN NUEVO SISTEMA DE RELACIONES SOCIALES, ECONÓMICAS Y CULTURALES PARA NUESTRO PAIS, NUESTRO CONTINENTE Y LA HUMANIDAD TODA.
· QUE NO HAYA MÁS IMPUNIDAD DEL AYER Y EL HOY .
· LOS 30 MIL DESAPARECIDOS…. PRESENTES, AHORA Y SIEMPRE.
· SEGUIMOS RECLAMANDO LA APARICION CON VIDA DE JORGE JULIO LOPEZ
Buenos Aires, 24 de Marzo del 2009
Asociación Ex Detenidos Desaparecidos.
Nora Cortiñas
Mirta Acuña de Baravalle
Adolfo Pérez Esquivel.
Servicio Paz y Justicia
Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
HERMANOS.
Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.
Comisión de Derechos Humanos de Uruguayos en Argentina.
Diálogo 2000
jueves, 26 de marzo de 2009
24 de Marzo - Declaración
sábado, 14 de marzo de 2009
DECLARACIÓN FAIE SOBRE PENA DE MUERTE
DECLARACIÓN SOCIAL DE LA FEDERACIÓN ARGENTINA DE IGLESIAS EVANGÉLICAS SOBRE LA PENA DE MUERTE.
“Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos e hijas del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen?” Evangelio según san Mateo 5, 43-46ª
Con una profunda preocupación pastoral, los miembros de la Junta Directiva de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas queremos aportar nuestra voz, reflexión y compromiso al debate que se ha instalado en nuestra sociedad con relación al tema de la pena de muerte. Reconocemos el derecho de toda persona y grupo a vivir en seguridad y gozar de la vida sin temores ni amenazas y estamos convencidos que la inseguridad exige una respuesta que supere soluciones simples y considere la complejidad del tema. Indudablemente la falta de acceso a una vida digna, fuentes de educación y trabajo, también es violencia e inseguridad.
Compartimos con todas y todos ustedes algunas razones que nos llevan a oponernos profundamente a la introducción de la pena de muerte en nuestro sistema de justicia y de convivencia.
· La pena de muerte es incompatible con el Espíritu de Jesús de Nazaret, tal como lo encontramos en los Evangelios y con nuestro compromiso con la paz, la vida y la ética del amor que busca la justicia. Dignidad de las personas, seguridad y justicia no son incompatibles. Nuestra voz siempre reclamara justicia y jamás venganza. El amor evangélico supera el criterio de ojo por ojo y diente por diente y rechazamos la reparación del daño y la violencia con más daño y más violencia. La ética del amor nos lleva siempre a renovar nuestra esperanza y convicción que la redención y la rehabilitación son posibles.
· Tenemos la certeza que la pena de muerte no es una acertada respuesta a la inseguridad, porque no estamos solamente frente a un problema policial, sino que estamos frente a un problema profundamente social que exige respuestas sociales de diversa índole. La propuesta de la pena capital asume el argumento que los criminales realizarían una operación racional sobre el costo-beneficio antes de cometer una acto de violencia. Esa actitud es invisibilizar y desconocer que muchos de los crímenes se ejecutan bajo fuertes pasiones y la influencia de drogas y el alcohol.
· La pena de muerte es siempre producto de inequidades. Las estadísticas y la experiencia que surge de aquellos países que aún la aplican muestran que en definitiva son los pobres, los excluidos y los marginados los que mayormente sufren estas condenas.
· La pena de muerte es un método abierto a errores irremediables. Teniendo en cuenta la situación de la justicia en nuestro país tememos mucho sobre la equidad y transparencia en la aplicación de esta condena.
· La pena de muerte ignora las responsabilidades sociales y comunitarias que subyacen a muchas situaciones de inseguridad y cierra la posibilidad de un debate franco y honesto. Indudablemente reconocemos la responsabilidad individual pero ese reconocimiento no disminuye la responsabilidad gubernamental y social y de todas las comunidades de fe, de enfrentar los factores profundos sobre los que debemos actuar para cambiar comportamientos y realidades.
· La pena de muerte perpetua el concepto de venganza enmascarado en el ropaje de reparación y justicia. Nos oponemos a que el estado se transforme en un instrumento de venganzas personales.
· La pena de muerte ignora totalmente el concepto de rehabilitación. Como cristianos y cristianas comprometidos con nuestros fundamentos de fe, siempre tenemos esperanza en la redención y en la conversión de toda persona. Todo método que cierre esta posibilidad al arrepentimiento no puede ser parte de nuestras propuestas que buscan seguridad con justicia, arrepentimiento y perdón.
Buenos Aires, 11 de marzo 2009.
En nombre de la Junta Directiva de la FAIE
Ana De Medio Nicolás Rosenthal
Vice Presidenta Presidente