viernes, 28 de marzo de 2008

MACHISMO, VIOLENCIA Y DROGAS

Vamos a intentar acercarnos a la relación existente, entre el machismo, una forma exacerbada de la masculinidad, desde su presencia en nuestra historia como pueblo intentaremos aproximarnos a alguna clave capaz de revelarnos su relación con la violencia…Luego nos detendremos en las drogas y en algunos fenómenos culturales y políticos que potabilizan aun mas la violencia. Es importante tener en cuenta, que podemos llegar a perdernos de ver el centro del problema, al demonizar una sustancia o varias olvidamos otros demonios más familiares, esos mismos demonios que nos parieron a la vida, al mundo de las naciones…los mismos que nunca nos abandonaron, aquellos que tal vez siempre acompañen nuestra mundanidad.

Pensando en la violencia como posibilidad y realidad presente en la vida y en razón de que nosotros como pueblos del Río de la Plata tenemos nuestros propios orígenes, he elegido, el párrafo con el que comienza el ¨Facundo¨ una obra fundante de la literatura argentina, su autor, Domingo Faustino Sarmiento, nuestro máximo escritor romántico, aun mas grande que Echeverría, es además un claro ejemplo de intelectual violento. En el epilogo de este libro, escrito para combatir la memoria de Facundo Quiroga, Sarmiento expresa con la pasión que lo caracterizo, todo el odio y el amor que sintió por este personaje, que ademas era su primo. Para los que conocemos el resto de la historia, están claras las similitudes, el va a ser capaz de hacer lo mismo.

Dice Sarmiento:
¨ ¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte para que, sacudiendo el polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! Tú posees el secreto, ¡revélanoslo! Diez años aun después de su trágica muerte, el hombre de las ciudades y el gaucho de los llanos argentinos, al tomar diversos senderos en el desierto, decían: “¡No! ¡No ha muerto! ¡Vive aún! ¡El vendrá!¨ ¡Cierto! Facundo no a muerto: está vivo en las tradiciones populares, en la política y revoluciones argentinas; ¨ (1)

Evocada esta sombra trágica, les traigo estas cenizas sangrientas, para que a partir de ellas podamos pensar en la violencia, como un elemento presente en nuestra vida y en la vida del mundo desde su pasado más remoto, como un elemento constitutivo de la propia evolución y básicamente, como algo que compartimos nos guste o no como argentinos desde nuestro nacimiento como nación.

Me a parecido a su vez, citar, dos frases mujeres que me parecieron representativas de nuestra vida nacional, una de ellas es de Evita, quien despidiéndose de los obreros en sus momentos finales dirá: ¨ Yo se que ustedes, llevaran a mi nombre a la victoria como bandera. La otra frase es de la madre de Jorge Luis Borges. Muy enferma en camino al sanatorio Leonor Acevedo, se va a despedir de su hijo con estas palabras que la definen a ella y a una manera de ser argentino… ¨ Salvaje y unitaria ¨.

Estas violencias verbales antes o después de dichas fueron y son parte de la violencia en la que de una u otra manera todos hemos consentido y participado. Estas nos dejaron, muchas masacres, represiones, venganzas, traiciones, torturas, cobros de cuentas y exterminios, ellas abonaron el camino de la impunidad total, la cual hasta la fecha entre nosotros a tenido su pico mas alto en la ultima dictadura genocida. Donde se ha expresado el más absoluto desprecio por la persona humana.


  • Un rostro del mal. La violencia como un elemento constitutivo de la evolución

    La violencia ancestral, la misma que acompaña la vida de la humanidad, esa que puede ser capaz de refinarse y regresar en distintos momentos del tiempo, alcanzando nuevamente expresiones que nos hacen caminar por los abismos, en un ámbito de vida que cada vez es mas evidente que avanza a encontrarse convertida nuevamente en otra realidad, marcando nuestra finitud y nuestro porvenir como humanidad y como planeta, regresando a la energía de la procedimos.

    Entonces el vértigo no nos deja avanzar, nos enfrentamos a nuestro propio rostro, espejado en nuestras construcciones, nacidas de nuestra capacidad de generar destrucción. De manera que en la medida en que desarrollamos una mayor conciencia de la vida, crece en nosotros la angustia generada por la soledad a la que nos somete la libertar de elegir. En esa necesidad, mostramos la huella de la propia negación de nosotros mismos, así cada vez que nos vemos enfrentados al misterio de ordenación residente en el núcleo de la vida, somos acosados por un avismo de interrogantes a los cuales es difícil responder.

    Sin embargo aun concientes de la soledad…tenemos la percepción de una luz solidaria elaborando la vida y ese es el instante en que nos invade una nostalgia capaz de evocar la solidaridad de las primeras bacterias. Sagan recordara esta visión de la vida al evocar el espíritu del pensamiento de Shordinguer, quien es sus reflexiones sobre la quántica nunca concibió la existencia de la vida como un simple problema mecánico. (2)

    Esta pregunta, nos es más que el interrogarnos nuevamente sobre el origen de la vida, la pregunta que ha torturado a la humanidad. Sabemos que vivimos, de ello nos da cuenta el efecto de negación…la muerte. Sabemos que morimos, en el hecho de sentir y ser concientes de estar vivos, de esta manera nos diferenciamos del resto de las formas de vida.

    Porque buscamos desesperadamente una explicación desde una conciencia que nunca se calma, hicimos que los distintos movimientos de la vida se cargaran de Dioses, trasladando el conocimiento directo a extraños pliegues de nuestra conciencia. Estos movimientos de la conciencia se fueron traduciendo al lenguaje profundo de los mitos. Así la poesía ilumino el lenguaje y de manera precaria y luminosa se fue construyendo nuestra vida, la palabra nos fue llevando al encuentro de lo numinoso, desde esta experiencia del encuentro con lo santo en el centro de la propia palabra. En esta búsqueda, la idea monoteísta de Dios, ira despojando a los Dioses de cada uno de sus atributos, para avanzar hacia una concepción universal de Dios, en la cual se pierden las asignaciones parciales de los antiguos Dioses. La idea de Dios va a ocupar todos los márgenes de la realidad así como el espacio del mundo subjetivo. ¿Cómo se organizo la vida?, ¿Quién fue el ordenador de los primeros ancestros? ¿Como se organiza en nosotros el recuerdo y la pulsión de vida de aquellas primeras bacterias?... No hay una respuesta clara, por ello el lenguaje poético, regresa periódicamente a rescatarnos y tratar de ayudarnos a entender, como esa energía organizada arrancar la vida de lo profundo de los abismos del mar arrojándola sobre la tierra.

    A pesar del variado intercambio de información y materiales, la vida comparte un mismo origen común, donde todo lo que luego aprendimos a reconocer en nosotros mismos ya estaba dado y reconocido en el propio lenguaje. Estos patrones comunes nos han reducido a extrañas y maravillosas construcciones, como pueden ser las ciudades, las colmenas, los hormigueros. En este circulo de auto transformación, transcurrió la vida del planeta durante más de tres mil millones de años, en todo el proceso de transformación. La violencia con todas sus variaciones acompaño nuestra evolución, sabemos que en el caso de la humanidad, además de un cuerpo hay una conciencia que se interroga y que hay un inconsciente subyacente interrogado y hablado por esta propia conciencia.

    De esta manera, buscando una respuesta, a tantos temas generados por la propia voluntad desbocada de los seres humanos, la tradición hebrea, con la cual nos identificamos, mediante los mitos intentara poner cierto orden a la presencia caótica del deseo y el vértigo de la finitud. En el comienzo del libro de Génesis, (3) nos encontramos con un sacrificio sagrado, directamente relacionado a su vez a un crimen, sangre sobre sangre y entonces Caín errando por el mundo, escapando a la conciencia de su violencia, pero a su vez atado a un destino trágico inevitable, tanto como la evolución de la vida, creara ciudades, organizara oficios, cimentando la construcción de la civilización en la sangre del crimen fratricida… Abel ofrece la sangre de su mejor cordero para celebrar su vida de hombre libre, alejado, separado del sometimiento y la alienación que significaban las ciudades.

    Caín y Abel, dos aspectos de una misma realidad lacerante, constituida básicamente por la realidad de ser, resistiendo desde el orden trágico a todo aquello que nos aliena y separa de la vida.

    Al intentar escapar de la tragedia, en la que nosotros no controlamos las coordenadas, caemos en el mal, en el instante de la elección, en ese instante en que la mundanidad del mundo avanza sobre nosotros (4) De ello, en gran parte de la teología cristiana, el mal será interpretado jurídicamente y no como un conflicto de la libertad. Esta situación jurídica del mal, nos lleva a la interpretación jurídico-biológica del mal hereditario, en la cual mezclamos las intuiciones teológicas junto con las leyes tribales que se dieron los viejos patriarcas para conservar la vida de la tribu y que luego fueron utilizadas para asegurar el triunfo político de la iglesia (5). Establezcamos la diferencia… hoy estamos hablando de personas que pretenden ser libres para elegir, las leyes de los patriarcas intentan duplicar el ganado y las personas para asegurar la supervivencia. Estos tabúes, van a permitir un cierto desarrollo de la humanidad, pero no pudimos superar aquello que nos aliena, al no permitirnos el pleno desarrollo de nuestra humanidad. Cabe preguntarnos si tal vez, sobre la misma esencia del conocimiento, no estemos en condiciones de liberarnos de un orden jurídico presente en la tradición, para emprender nuevas experiencias de vida, asimilando la profundidad del orden trágico, desarrollando otras formas de vivir desde otra perspectiva la experiencia del mito multicolor en Babel. (6)

    El mito… siempre termina desbordando las potencialidades presentes en el lenguaje poético asumido como camino de conocimiento y consecuente producto de la singular experiencia del lenguaje. La antigua sabiduría de la tradición hebrea, nos permite así, acercarnos a la realidad de lo no dicho, ofreciéndonos el espacio creativo del silencio, como una zona abierta a nuestra imaginación y a las múltiples posibilidades de crear y vivenciar en la palabra una relación dinámica con el Espíritu de Dios, moviéndose El mismo en la propia evolución de nuestras acciones. Cada relectura, nos posibilita la renovación de los mitos, en la reinterpretación de cada momento histórico.

    El mito de Babel nos va a permitir conocer como pasamos de la, única vida, la única raza, la única lengua, la única cultura, a lo peculiar…la creatividad del lenguaje va a ir dando vida al resto. En esta capacidad de desarrollo y creación del lenguaje se va a expresar claramente la vida del Dios Múltiple y Multicolor que hoy estamos visualizando desde nuestra experiencia de vida. Pero así como nos acompaña la posibilidad de ver y entender lo múltiple como un movimiento de lo diverso instalado en la vida, aparece la competencia de lo otro, la mundanidad que nos enfrenta al conflicto de lo diferente, llevándonos en los grandes conglomerados a reconocer en el otro al opuesto…el conflicto con el que no es igual, el que me resulta desconocido…el camino de la intolerancia. (7)



MACHISMO Y VIOLENCIA EN LA SOCIEDAD PATRIARCAL

Capitalismo patriarcal y crítica biopolítica

La Modernidad nos trajo nuevos espacios de libertad, con la organización industrial y la implementación de sus formas de producción, la vida comenzó a ser controlada y normalizada de otra manera. Con la Revolución Francesa los poderes despóticos se desdibujan y transforman su rostro y estilo, dando lugar a la aparición de nuevos rostros. El orden de las ciudades, la aparente racionalidad del sin sentido, el difícil trabajo de la voluntad alienada transformada en voluntad de poder. (8)

En los antiguos mitos hebreos, vamos a encontrar oculto y en algunas oportunidades de manera clara y explicita, una critica radical al orden establecido desde las ciudades, presentadas como ámbitos de desnaturalización de la vida y alienación de la libertad.

El Estado, aparece como una entidad que se resiste a sufrir transformaciones y a vez a desaparecer, su nombre aparece avalando algunas formas de la vida social y a su vez se presenta históricamente como el gran estructurados de la sociedad moderna, asumiendo una representación del pueblo en la cual el derecho de soberanía del mismo es sistemáticamente menoscabada a partir de esta necesidad de normalización y control de las poblaciones desarrollada en el seno del capitalismo jerárquico y patriarcal, con el único objeto de desarrollar los diversos planes de producción del propio sistema. De manera alguna están contemplados en estos proyectos, los intereses de las personas solo son tenidos en cuenta interese abstractos. Luego por sobre toda la humanidad, el Imperio, se levanta ordenando normalizando y sistematizando la producción sobre todas las personas con la colaboración de sus representantes locales.

Foucault en su critica de la sociedad occidental a partir del siglo XVIII, va a mostrar como el poder de los príncipes se desplaza hacia otras formas de poder controladas por la burguesía triunfante, organizando diversas técnicas de dominio, elaborando diversas técnicas de represión preventivas y dando vida a las formas mas variadas de gatopardismo, grandes cambios para que todo siga igual. Las posibilidades de libertad y autonomía de las personas aparecen como totalmente clausuradas. La libertad heredada de los ideales de la Ilustración se nos presenta desgastada, cuando no nos ofrece su rostro más brutal. En las palabras de Thoreau un antiguo radical norteamericano: ¨ Hemos consumido toda la libertad que recibimos de herencia. Como antes de nacer el pájaro joven consume la albúmina del huevo. Paso la época del reposo. Para salvar la vida es necesario combatir ¨. (9) En esta línea de análisis, preocupada por algo más que la supervivencia, el pensar la vida como el ámbito de una política soberana empujada a la realización plena de la vida, va a generar como un reflejo propio, la critica biopolítica en la cual el atolladero de la vida se presenta como un espacio sin salida, presentándose la vida, como un gran rió conformado por el conjunto de las fuerzas que resisten a la muerte y así enfrentar a una realización para algunos…otros se van a enfrentar a la posibilidad del error o tal vez a transitar el camino sin salida de confrontar con los aspectos tanáticos de la mundanidad.

La vida, es tomada y consumida por el ente abstracto que representa el Estado como forma de organización política en la cual, las escuelas, los cuarteles, la sociedad manicomial y el psicoanálisis al servicio del sistema actúan como controles, autenticas fuerzas propias de los paradigmas del capitalismo. El panorama desde este análisis, aparece como un capitulo cerrado. No obstante la esperanza surge de la desesperanza, como en los dos mitos bíblicos a los que hemos hecho referencia. Ellos nos precipitan en la esperanza de una nueva forma de subjetividad política, la libertad actuando como fuerza dinámica entre la multitud.

Aparentemente el horizonte utópico de la Ilustración encontró su punto de crisis. Con la caída de la Unión Soviética y la desaparición de los aparentes logros del estado de bienestar, las utopías entran en una meseta sin horizonte, pero por la propia dinámica de la evolución nuevamente regresan, mostrando rostros que no son nuevos en la cultura occidental, la radicalidad critica democrática alimentada por distintas vertientes democráticas y libertarias, así como distintas variantes de Estado autoritario, sostenidas en el pesimismo generado por el desencanto con la Modernidad y un cierto convencimiento de la decadencia del patrimonio cultural de occidente.

La visión del nihilismo pesimista de Foucault, aparentemente cerrada, ya que el no encuentra salidas claras no nos clausura el camino, todo lo contrario… tal vez a su pesar nos habré la posibilidad de búsquedas desafiantes, aun dentro de nuestra gastada tradición occidental, capaces estas de superar la visión oscura y cerrada de vivir en la prisión del Estado carcelario y manicomial.

Las críticas al Estado de dominación violenta comienzan a ser mas intensas a partir del siglo XVI, la Reforma Protestante establece el comienzo de un proceso crítico capaz de imaginar un cuestionamiento profundo de la idea de representación del poder divino por un representante terrenal, el cual habla y actúa en nombre de Dios. Enfrentados los viejos fantasmas monárquicos a la crítica y acción de otros actores sociales, comienzan a perder poder frente a la voluntad soberana del pueblo. La Reforma Protestante madre e impulsora de la secularización rescata la vida para la libertad, no obstante no se produce mas que una parcial liberación. La estructura patriarcal tradicional sufre algunas modificaciones cosméticas pero en esencia sigue siendo lo mismo. Estamos hoy luchando contra los mismos fantasmas atávicos del pasado, tratando de liberarnos de las formas autoritarias y alienadas de poder, pero para ello es necesario arrebatar al Estado moderno, la representación de la soberanía popular que se ha atribuido.

La critica biopolitica, pretende la defensa de la vida alienada por la prepotencia de los esquemas de poder, nace en esta misma tradición democrática y republicana, como la contra cara que se permite hacer una valoración mas profunda de la persona humana.

Esta crítica se va a alzar para enfrentar el despotismo policial del Estado y la necesaria defensa del individuo en su búsqueda por realizar su propia humanidad. En el mismo momento en que abandonamos el sostén del Estado, renunciando a considerarlo una instancia fundamental de cualquier construcción política, estamos produciendo un quiebre profundo, dando vida a nuevas formas de pensar lo político.

En esta línea podemos considerar las rebeliones de mujeres y hombres marginados, de jóvenes despojados y condenados a la autodestrucción, de grupos minoritarios, las luchas de las mujeres que avanzaron mas allá del reclamo feminista, los reclamos y reivindicaciones de los habitantes originarios Cuando digo esto de la sociedad me refiero exclusivamente al Rió de la Plata.
Seguramente en otros lugares, como México o Bolivia, las rebeliones van a mostrar otros rostros y otras complejidades culturales. Desde su discurso Foucault, no se atrevió o renunció a avanzar mas sobre aquellos modelos que criticaba, es posible que el no haya encontrado una salida. Si nos abrió el espacio para tener otra lectura de la realidad, otra realidad que es un camino abierto a la interpretación.

El camino hacia la utopía de progreso y libertad pensada por la Ilustración naufragaba en medio de la Primera Guerra Mundial, así fuimos arrojados a la emergencia existencial y al desamparo propio de la alienación del ser.

Hay antiguas tradiciones políticas y sociales en occidente capaces de dar respuesta al Estado policial, en sus diversas variantes en que este se expresa, tanto en la totalitaria como en la liberal. El correlato existencial a esta forma de pensamiento, va a ser una forma creciente de oposición al Estado desde las minorías marginadas, los auténticos chivos expiatorios de un sistema que no se hace cargo de los monstruos de opresión que es capaz de crear... Estas mismas minorías marginadas, al ser llevadas por el mismo deseo de supervivencia a ejercer toda la capacidad de resistir, renuncian a pensar en el Estado como una especie de Gran Hermano organizador y también superan el escepticismo de Foucault que los condena a rebeliones casi rituales en el plano de lo simbólico para ir constituyendo un quiebre en la tradición filosófica y política de occidente.

El FANTASMA SANGRIENTO QUE NOS DIO VIDA.

Los varones argentinos y el aguante

Regresemos entonces a los fantasmas y esperpentos sangrientos que nos acompañan desde el pasado. La violencia acuno a la humanidad, pero a nosotros los rioplatenses nos acompañan desde nuestro nacimiento como naciones. Genocidio sobre genocidio, masacre sobre masacre, nuestra realidad nos marca y determina, haciendo aparecer mezclados en un horizonte de blus el, tajo y cuchillo que los compadres heredaron de los gauchos. Mas tarde los italianos trataran de ocultar con el matiz sentimental de los acordes del bandoneón esta fiereza que nos caracterizo, la misma que ha definido desde siempre nuestra vida política. La Argentina del eufemismo, grita en los esperpentos desgarrados del tango, su rencor, su vacío existencial, la perplejidad de de la mirada perdida frente al horizonte metafísico de la pampa ilimitada, su pasado y presente autoritario, la decepción frente a un presente del cual nunca nos queremos hacer cargo. El rock- blus nos ofrece los mismos esperpentos si quieres triunfar en la vida, bluseara Javier Martínez ¨ Jugo de tomate frió en la venas, en las venas deberás tener ¨… Después… las oscuras horas de la dictadura y Los Redondos, nos van a recordar la oscuridad de Jim Morrison con voz porteña, ángel de la soledad y la desesperación y vas a bailar… bailar… bailar¨, un dolor que no cesa, una paz que no llega, el mito de Tanguito y Luca en el cielo, tal vez mirando esta realidad lacerante, centro y barrio, remeras al viento, faso y cocaína.

El bar de la esquina, la amistad entre varones, los recuerdos de las ultimas montoneras, pelear porque si, el mito del honor, ser machos, aguantarse, el crimen de la guerra de la triple Alianza, el ejército genocida de Roca, los grupos de choque de los primeros sindicatos duros, los ¨niños bien¨de la Liga Patriótica, los grupos de choque del sindicalismo peronista herederos de sus antecesores, el patronazgo de la estancia desplazado a las ciudades, gaucho, compadrito y chabón de la esquina esa es la esencia de los varones argentinos, esa es nuestra realidad. Las ultimas dos estrofas de La Milonga para Jacinto Chiclana¨ de Jorge Luis Borges, creo que definen toda una actitud y una manera de ser.

Dice Borges ¨Entre todas las cosas hay una
Dela que no se arrepiente
Nadie en la tierra. Esa cosa
Es haber sido valiente.

Siempre el coraje es mejor,
La esperanza nunca es vana;
Vaya pues esta milonga
Para Jacinto Chiclana. (10)

DROGAS Y MARGINALIDAD

Me interesa por sobre todo, despejar el horizonte, de los fantasmas demonizantes con los que se ha rodeado a las drogas y a sus consumidores. En las relaciones que podamos tener las personas con las drogas, lo fundamental no es la sustancia en si, sino la persona misma como sujeto real de los consumos y de los diversos rituales culturales. Cuales son los conflictos de base que tienen como expresión las drogas, son elementos que se pierden en medio de consideraciones morales. Por otra parte, no me parece de más repetir nuevamente, que las drogas son una realidad instalada en el consumo cultural de nuestras ciudades. En gran medida ellas, sustituyen en el imaginario de miles de jóvenes y no tan jóvenes, la falta de respuesta a las preguntas eternas del ser humano que ya no suele sentirse interpretado por las iglesias y otras expresiones de la superestructura cultual.

En gran medida contribuyeron a esta demonización de las drogas, las leyes del mercado de venta de drogas, el cual especula con el fantasma de lo prohibido al alcance de la mano. No podemos dejar de lado tampoco, el paternalismo prohibicionista de parte de la superestructura de la salud, las iglesias, el mundo judicial y por supuesto la amplia y envolvente hipocresía social.

Cuando una persona consume una o varias drogas, con unas características, de periodicidad propia, rituales y cantidades concretas, puede producir un proceso en el que la persona se acostumbra y tolera la sustancia precisando aumentar las dosis para conseguir los efectos deseados.

El problema comienza cuando la persona deja de ser sujeto al depender física, psíquica y funcionalmente de la sustancia pasando al consumo convulsivo. En todo este proceso la persona desempeña el rol de sujeto hasta que lo pierde. Estas situaciones se dan en marcos sociales y culturales muy diversos. Los rituales que acompañan los diversos consumos estarán condicionados por esa realidad y la propia del contexto en el que se desarrollan.

La sociedad neoliberal globalizada en la que nos encontramos, se apoya sobre las bases de construcción social del individualismo egoísta frente al sentir de lo colectivo, lo competitivo como opuesto a los valores de la cooperación, el hedonismo frente al placer, el consumismo frente al equilibrio con la naturaleza, el egoísmo frente a la solidaridad, el consumo instantáneo, el pesimismo frente a la utopía, la comodidad frente al esfuerzo y el consecuente abandono del ser.
Las desigualdades sociales, los procesos de marginación, la instrumentalización de las drogas como forma de desmovilizar, controlar, homogeneizar, las corrupciones e intereses políticos y económicos, las formas de vida basadas en la velocidad y el consumo. Las organización de la vida de las grandes ciudades como factor distorcionante, los factores que conforman la injusticia, el dolor, la alienación y el miedo van a favorecen sin duda las formas de consumo alienantes, transformando a los consumidores/as de sustancias en prisioneros de un sistema de disciplinamiento social.

La misma marginalidad social, sufrió transformaciones a partir de la crisis del esquema neoliberal, amplios grupos de jóvenes en los sectores populares, tienen la certeza de estar demás, en una sociedad que para ellos no tiene espacio. A partir de allí no hay posibilidades de lograr desarrollos importantes. Seguramente por las dimensiones de la población marginada, algunas soluciones posibles van a depender de las posibilidades de desarrollar fuertes políticas publicas de integración, dentro de un esquema social en que todo el mundo habla de la obligaciones del Estado pero nos encontramos frente al conflicto de haber aprendido a descreer de el..

Por Oscar Eduardo Nuñez

NOTAS DE REFERENCIA
(1) Sarmiento, Domingo Faustino; ¨Facundo¨ Bureau, Buenos Aires 2005, Pág. 13
(2) Sagan,Carl; ¨Cosmos¨, Barcelona Planeta 1982, Pág. 12
(3) Biblia de Jerusalén, Génesis 4, 1 – 16 , Pág. 18
(4) Ricoeur, Paúl; ¨ Introducción a la simbólica del mal ¨, Megapolis, Buenos Aires 1976, Pág. 8
(5) Ricoeur, Paúl; Introducción a la simbólica del mal ¨, Megapolis. Buenos Aires 1976, Pág., 9
(6) Biblia de Jerusalén; ¨Génesis¨ 11, 1 – 9, Pág. 25
(7) Sartre, Jean Paúl; ¨ El Existencialismo es un Humanismo ¨ Buenos Aires, Sur
Nº 147,148, 149
(8) Foucault, Michel; ¨ Vigilar y Castigar ¨, Siglo XXI, Buenos Aires, Pág. 139- 140
(9) Thoreau, Henry, ¨ Un Filosofo en los Bosques ¨, Imán, Buenos Aires, 1937
(10) Borges Jorge Luis, Obras Completas, Emece, Buenos Aires, Tomo 1952- 1972 Pág. 335

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