martes, 13 de diciembre de 2011

Encuentros de juveniles de Pastoral Popular

Se culminó el trabajo del año con la exposición el 3 de diciembre en Plaza Flores y el frente de la Iglesia Metodista de Flores. Este último encuentro de los grupos de Villa Diamante, Ing. Budge, Flores y Central nos permitió profundizar los lazos entre los chicos, chicas de las distintas congregaciones y barrios y continuar la articulación entre sus líderes. La idea en este último encuentro era que ellos pudieran compartir sus artes y todo lo que descubrieron llevando un mensaje a los vecinos.
Bajo el lema “Yo he venido para que tengan vida y vida abundante” más de cuarenta juveniles pudieron compartir experiencias, reflexionar y darse la posibilidad de conocerse a pesar de las diferencias culturales y disfrutar juntos compartiendo con quienes estaban en la plaza y pasaban por la vereda de Yerbal
Durante el desarrollo se continuó con la expresión cerámica en el armado de los barrios y las personas que los habitan, se expusieron trabajos plásticos de los talleres, participaron de juegos compartidos, una función de títeres a cargo de Villa Diamante, que fue muy atractiva para quienes estaban en la plaza, se entregaron tarjetas en la plaza invitando a la función de música en las escalinatas de la iglesia y se desarrolló una exposición con diferentes estilos musicales a cargo de varios de nuestros músicos. Con la ayuda de Nelín cantamos juntos y se cerró con un escrito basado en la producción de los mismos chicos y chicas que a la vez fue el texto de las tarjetas y compartimos

Hay gente que levanta murallas.
Y gente que abre puertas.

Las murallas protegen,
pero separan, alejan, cierran.

Las puertas vencen a la murallas,
porque abren, acercan, unen.

DIOS ESTÁ CON QUIENES
ABREN PUERTAS

¿Cómo lo sabemos?

Porque en Navidad
Dios también abre una puerta.

Una entrada secreta
escondida en un pesebre,
que tiene por contraseña una estrella.

Quienes la encuentran,
todos y todas, sin distinción,
pueden entrar.

Entonces, un hermoso rayo de luz
les ilumina al bebé recién nacido.

“¿Cómo se llama?”, preguntan.
Y una voz antigua les susurra:
Emmanuel, “Dios con nosotros”.

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